Navidad

Está cerca la navidad, época de recordar el nacimiento de Jesús…
Época que para muchos es de alegría…
Para otros es de tristeza y melancolía…
Pero… ¿Hacemos lo correcto en estas fechas?

Creo que no…

Cuando inicia el mes de diciembre, en lo primero que pensamos es en las posadas que nada tienen que ver con la tradición… Buscamos cualquier pretexto para juntarnos con los amigos a comer y beber como verdaderos náufragos… Como si fuera la última cena, la última copa que bebemos…
Lo clásico, … en ese momento todo es risas, alegría, bromas y hasta una que otra nalgada a la comadre…

Después pensamos en el aguinaldo (para los que tienen patrón) ¿y qué hacemos…?
Pagar las deudas contraídas con anterioridad debido a que queremos aparentar lo que no somos, vivir como NO nos corresponde, por otra parte, comprar el tan deseado estéreo de CD para el coche ó el perfume que tanto nos gusta…El regalo caro para el novio ó novia y entrando Enero termina la relación por cualquier tontería… nos olvidamos de las verdaderas necesidades.

Después se sufre porque no se completa para los regalos de los hijos…
Pero eso sí, “aunque tenga que empeñar la factura del carro, mis hijos tendrán mejores regalos que los vecinos, primos, etc.”, ¿y todo para qué?... para que al día siguiente los juguetes están incompletos ó tirados en cualquier rincón…

La cena del 24, todos reunidos en torno a la mesa, observando la cena con ansias de devorarla, se escuchan risas, bullicio por todos lados, en ocasiones niños llorando porque el hermano mayor golpeo al menor y los papás están bastante ocupados como para hacer caso… sólo se escucha “vieja, sirve más ponche con piquete pa’ los compadres”

¡Vaya!

Después de todo lo anterior… ¿Recodaron el nacimiento de Jesús?
Ni quién se acuerde…
Pero eso si, tenemos un arbolito y el nacimiento lleno de luces y con todos los personajes debidamente repartidos y acomodados…
Ni siquiera una oración para conmemorar el nacimiento de Jesús…

Al día siguiente… 25, ¡Qué cruda!... nomás abrimos los ojos y pensamos en el “recalentado”, los tamales, el pavo, la pierna (y no de la comadre), etc. Y la “cheve” para la cruda…

¿Dónde dejamos nuestras creencias?
¿Nuestra religión?
¿Nuestro amor por Jesús?
¿Sólo nos acordamos cuando nos va mal?
¡Qué listos!

Recuerda que en estas fechas festejamos el nacimiento del hijo de Dios, de Jesús…

!FELIZ NAVIDAD!