1950
Ay amor mio!!
Qué terriblemente absurdo es estar vivo
Sin el alma de tu cuerpo
Sin tu latido
Sin tu latido...
Qué terriblemente absurdo es estar vivo
Sin el alma de tu cuerpo
Sin tu latido
Sin tu latido...
Hoy procura que aquella
ventana que mira a la calle
en tu cuarto se tenga cerrada
porque no vaya a ser
yo el viento de la noche
y te mida y recorra la piel
con mi aliento y hasta
te acaricie y te deje dormir
y me meta en tu pecho
y me vuelva a salir
y respires de mí...
o me vuelva una estrella
y te estreche en mis rayos
y todo por no hacerme
un poco de caso
y ten miedo de mayo
y ten miedo de mí.