Examen
Ayer recordé mis tiempos de escuela debido a que, por cuestiones de mi negocio, tengo mucho contacto con estudiantes, entre ellos comentaban los exámenes y las horas que se pasan estudiando...
De ninguna manera soy inteligente ni mucho menos, fui flojo, nada más estudiaba cuando no me sentía seguro...
Siempre que presenté algún examen ya sea en la escuela o para solicitar empleo, los aprobé con buenas calificaciones, nunca reprobé, sin embargo, dentro de todo esto, existe algo muy curioso, gracioso y no sé qué otro calificativo darle, ya que reprobé uno que no era mio...
Cuando cursaba la carrera de contaduría, un buen amigo debía presentar un examen extraordinario y no se sentía seguro de aprobar, recuerdo que ese examen (Contabilidad de Costos) lo aplicaría el maestro adjunto y, facilmente se podría hacer algún tipo de "tranza"...
Decidimos "ayudar" a nuestro compañero y la forma de hacerlo fue que alguno de nosotro presentara el examen en su lugar y por cosas del destino me tocó a mi...
Esa noche no fue mi noche, entré muy seguro al aula, recogí el examen y me dispuse a contestarlo, lo hice, hasta donde aún lo creo, bien, sin embargo algo "raro" pasó, reprobé ese examen... y nuestro amigo tuvo que presentar después de algunas semanas el examen extraordinario especial, el cual afortunadamente aprobó...
Aún, después de tanto tiempo, recordamos esa anécdota y nos reímos bastante...
Qué buena éopca es la de estudiante...
De ninguna manera soy inteligente ni mucho menos, fui flojo, nada más estudiaba cuando no me sentía seguro...
Siempre que presenté algún examen ya sea en la escuela o para solicitar empleo, los aprobé con buenas calificaciones, nunca reprobé, sin embargo, dentro de todo esto, existe algo muy curioso, gracioso y no sé qué otro calificativo darle, ya que reprobé uno que no era mio...
Cuando cursaba la carrera de contaduría, un buen amigo debía presentar un examen extraordinario y no se sentía seguro de aprobar, recuerdo que ese examen (Contabilidad de Costos) lo aplicaría el maestro adjunto y, facilmente se podría hacer algún tipo de "tranza"...
Decidimos "ayudar" a nuestro compañero y la forma de hacerlo fue que alguno de nosotro presentara el examen en su lugar y por cosas del destino me tocó a mi...
Esa noche no fue mi noche, entré muy seguro al aula, recogí el examen y me dispuse a contestarlo, lo hice, hasta donde aún lo creo, bien, sin embargo algo "raro" pasó, reprobé ese examen... y nuestro amigo tuvo que presentar después de algunas semanas el examen extraordinario especial, el cual afortunadamente aprobó...
Aún, después de tanto tiempo, recordamos esa anécdota y nos reímos bastante...
Qué buena éopca es la de estudiante...