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Monday, January 08, 2007

Una de Muertos



Hace días, en una reunión de amigos, se encontraba entre nosotros una persona que trabaja como camillero y en ocasiones suple vacaciones e incapacidades del encargado del área de cadáveres en el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) y es compadre de uno de nuestros amigos, y nos comentaba sobre una anécdota que le ocurrió hace algunos meses.

Resulta que en ese tiempo estaba internado un señor de edad avanzada, oscilaba entre los 70 y tantos años, estaba internado debido al cáncer que le aquejaba y no tardaba en fallecer, según diagnóstico de los doctores que le atendían.

Cierto día el señor falleció y su cuerpo fue trasladado al área especial que tiene la clínica para los cadáveres, donde el personal de las agencias funerarias los recogen para llevarlos a los velatorios de las funerarias.

Ese día por la tarde llegaron las personas de la agencia funeraria para llevarse el cuerpo. Al llegar a recepción del área de cadáveres le preguntan al encargado…

- Venimos a recoger el cuerpo del Sr. X

El encargado dice:
- Está dentro del cuarto, pueden pasar

Entregaron la papelería correspondiente para el trámite
Las personas entraron a dicho cuarto por el cadáver, al cabo de dos o tres minutos salen del cuarto y le dicen al encargado…

- ¿Dónde está el cuerpo?
- Ahí está. –Dice el encargado
- No hay nada, - Contestan los de la funeraria
- Como no, repite el encargado
- No hay ningún cuerpo, repiten los de la funeraria, sólo está un viejito sentado en una de las camas.
- ¿Un quéeeeeeee? Dice asombrado el encargado…

Apresurado entra al cuarto de difuntos y para su sorpresa, asombro y a punto del infarto… el Señor que esa mañana había muerto estaba VIVO y sentado en la cama…

Inmediatamente hablaron con uno de los médicos del hospital y bajó para certificar lo dicho por el encargado. Efectivamente, el señor estaba vivo, sus signos vitales estaban normales. Procedieron a llevarlo nuevamente a piso (al cuarto) para practicarle otros estudios de los cuales salió perfectamente, claro, su enfermedad del cáncer estaba igual.

Los familiares no podían creerlo, era como un milagro, se suspendió el sepelio, la misa de cuerpo presente, la llegada de familiares que viven en otras ciudades. Todo eso se suspendió.

Al cabo de unos días, el señor murió nuevamente, pero esta vez ya no resucitó…

¿Será cierto?
No sé
El detalle es que en lo personal me causó gracia sólo de imaginar la cara que pusieron los de la funeraria y el encargado al ver al muerto vivo…